miércoles, 10 de febrero de 2016
Quiero empezar este nuevo blog, coincidiendo con la nueva situación existencial que se ha dado en mi vida: la jubilación. Si en el Evangelio se nos anima diciendo "a vino nuevo, odres nuevos", aplicaré aquí esta máxima y a este tiempo nuevo que he comenzado quiero dedicar, también, un blog nuevo.
Esta novedad no implicará romper total y absolutamente con el estilo de mi antiguo blog (elblogdromanencabo), pero, sí cambiará, posiblemente, algo sus contenidos. Se irá viendo en su devenir.
Quiero tener aquí, al comienzo de esta andadura, un recuerdo agradecido y obligado a mis padres, Bonifacio y Eustoquia. Dos buenísimas personas, naturales ambos de Navarredondilla (Ávila), que no solamente me dieron la existencia sino que, también, dejaron en mí unas raíces profundas de religiosidad, de ética y de responsabilidad social.
Agradecimiento también a mi pueblo natal y a sus gentes. Para ellos siempre mi más cálido recuerdo y agradecimiento por haber sido para mí el lugar más bonito donde pasé los años de mi niñez y juventud, de los que guardo una gratísima memoria.
Finalmente, mi gratitud para mi mujer, María Jesús; para mis hijos, Juan Jesús -y su esposa Patria- y Rebeca y, como no, para Rodrigo mi nuevo nieto, que es el sol que Dios nos manda para iluminar con sus rayos el atardecer de estos últimos pasos.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)

